Desde ese día en adelante llegaron los emisarios del Dios europeo ha hacer cumplir sus mandatos en la tierra, con un Cristo crucificado entre banderas, espadas y fusiles empezaron a imponer la barbarie.
En Cajamarca todos fueron a dar la bienvenida a los recién llegados. Atawallpa Jatún Inca con hombres con sus mujeres, mujeres cargado sus guaguas, niños con sus abuelos agarrados de la mano y abuelos cuidando de todos esperaban escuchar las razones de la visita de los desconocidos, para conocerlos y luego celebrar con una gran comida colectiva y con la fiesta correspondiente. Pero al escuchar que querían hacer renunciar nuestra sabiduría y entregar nuestras tierras a un tal Carlos V, El Jatún Abuelo Viril y dulce como la tierra negra, Atawallpa (: Ataw-Viril; Hallpa- Tierra Dulce y Negra) se negó a tales absurdos y les invitó a recapacitar y poder vivir como hermanos.
Pizarro al no poder contradecir con argumentos validos “Gritó: ¡Santiago! La consigna. Las maquinas de Hierro arrojaron truenos y relámpagos. Comenzó la matanza meticulosa de hombres, mujeres, niños y ancianos. La masacre fue total. Cajamarca amaneció ensangrentada. Miles de cadáveres kheswas, hombres y mujeres de todas las edades, tirados por las calles y las plazas. Fueron despojados durante toda la noche de sus adornos de oro y plata, a lucirse en la fiesta de bienvenida”.
Así fue el inicio del des(cubrimiento) de la historia y de miles de seres humanos andinos que vivían en reciprocidad, fueron exterminados por la barbarie europea que concibe la vida como la acumulación de cosas, de poder, de capital; que es capaz de destruir todo lo que le estorba para tal fin.
Frente a esta violencia destructora aprendimos a resistir y a luchar por nuestra forma de vivir, fueron siglos de matanza y barbarie que está demás detallarla ( pues me es inconcebible y me causa un dolor más allá del cuerpo, corazón y tiempo acordarme de los múltiples descuartizamientos de nuestros abuelos y abuelas) pero es necesario recordar la resistencia , es necesario agarrarse el dolor y el corazón para hacer un puño consiente hacia un mejor futuro, es necesario hacer memoria de nuestro pasado para unirnos en el presente y construir otro futuro que no sea este desarrollo unilineal occidental-capitalista (destrucción de animales, plantas, humanos y naturaleza para acumular riqueza en las pocas manos dueñas de las transnacionales financieras, tecnológicas y armamentísticas).
Este recordar evoca el pasado pero para construir el futuro de todos los colores, pues ahora los Runas, Afro-descendientes, los blancos, etc. Somos los pobres, los explotados por el capitalismo y dominados por el Estado.
Es por eso que este día lo recuerdo como día de la resistencia, y nombro primero al Sol y a la tierra, pues de su unión se desprende mi vida para poder recordar a los abuelos, quienes con su fuerza y sabiduría resistieron estos 519 años, los nombro como voces que vienen de atrás de lejos, pero que hoy día y aquí nos cantan, y dicen que no son solo memoria, son vida abierta.
por: Manuel Andrés Pachacamak Caiza
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