viernes, 16 de noviembre de 2012

                                                      LIBRO NI CRUCES NI BALAS


LIBRO "NI CRUCES NI BALAS"
PÍDELO A 2 $ DOLARES:
SUR:
-       Interior de la estación sur del trole del Recreo. Local “Su libro de motivación”.
CENTRO:
-       Librería “La Luz”. Venezuela N7-63 y Manabí.
NORTE:
-        Kiosko de libros. Patria y Juan León mera esq. Junto a la Corporación Financiera Nacional.
-       CPJ. Versalles N25-30 y colon, casa amarilla junto a peluquería Ricky
-       TOLOMEO, libros y arte. Veintimilla E8-125 y 6 de diciembre.
-       FREAKSHOW, José Tamayo 557 y Veintimilla.

UNIVERSIDADES:
-       Facultad de Comunicación Social de la UCE. Copiadora.
LIBRERÍA ROCINANTE. Universidad Andina Simon Bolívar. Toledo N22-80. Edif. José Joaquín de Olmedo.

jueves, 1 de noviembre de 2012

15 DE NOVIEMBRE DE 1922: JORNADA PARA LA MEMORIA SOCIAL

15 DE NOVIEMBRE DE 1922: JORNADA PARA LA MEMORIA SOCIAL


miércoles, 3 de octubre de 2012


15 DE NOVIEMBRE DE 1922. NI CRUCES NI BALAS!
 


miércoles, 1 de agosto de 2012

IINCOHERENCIA, TRAICIÓN O LA VERDAD POLÍTICA DEL GOBIERNO DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA: a propósito de los activistas de izquierda acusados de terrorismo

Natalia Sierra
Siguiendo la política de persecución a dirigentes sociales y a militantes de izquierda, hace pocos días el Poder Judicial ecuatoriano, en la figura del Juez Décimo de Garantías Penales, resolvió llevar a juicio a los 10 activistas sociales que fueron detenidos el pasado 3 de marzo en el barrio Luluncoto de Quito. Increíblemente, el gobierno de la Revolución Ciudadana, auto declarado de izquierda, les acusa de conspirar en contra de la seguridad del Estado y de terrorismo organizado. 
Las pruebas usadas por el Estado como argumento de semejante acusación, según han dicho los funcionarios judiciales, son algunos textos políticos, discos de música protesta, un pañuelo rojo, fotos de Ernesto Guevara, una pistola en desuso y la reunión política que estos activistas llevaban a cabo el día de su detención. Este escenario resulta muy similar a aquellos vividos en las épocas de las dictaduras militares o de los gobiernos de corte fascista en América Latina. En el país, estos escenarios de persecución y cárcel fueron muy comunes con las dictaduras militares y, más aún, en el gobierno socialcristiano de Febres Cordero. Sin intención alguna de querer justificar a estos gobiernos, su política represiva, que muchas ocasiones se volvía terrorismo,se entendía, era coherente con los intereses de los grandes grupos de poder económicos que dichos gobiernos defendía a través del Estado.

Sin embargo, de un Gobierno autoproclamado de izquierda, que llegó al Estado gracias a la movilización social de los sectores populares, que se presenta a nivel internacional como impulsador de un proyecto antimperialista, no se entiende. No se entiende que lleve a juicio a activistas de izquierda, no se entiende que use pruebas que son, primero absurdas y segundo y más grave, signos de la lucha revolucionaria. De un gobierno que tienen entre sus funcionarios ex guerrilleros que fueron perseguidos, enjuiciados, encarcelados, torturados, es menos aún comprensible.

Cómo se entiende que un gobierno supuestamente antimperialista, que en su discurso hace fuertes críticas al poder del Estado norteamericano y que incluso está pensando en dar asilo a Julian Assange, cosa que por cierto es muy rescatable, en su política interna asuma el discurso y la legislación imperialista de la lucha contra el terrorismo y lo use contra militantes de izquierda. ¿Acaso no saben que es el discurso y la legislación antiterrorista lo que le ha permitido al imperio norteamericano perseguir, encarcelar y asesinar a miles de personas por todo el planeta con la acusación de ser terroristas o ayudar al terrorismo? ¿Acaso no están enterados que la derecha mundial, orquestada por el poder norteamericano, acusa a Julian Assange de terrorismo organizado y de atentar contra la seguridad del Estado? ¿Acaso desconocen que los norteamericanos acusan al gobierno Iraní, con el cual están estrechando relaciones, de apoyar al terrorismo internacional?

Este hecho incomprensible genera una pregunta fundamental.

¿El gobierno de la Revolución Ciudadana es incoherente con sus propios postulados de izquierda?, ¿ha traicionado sus principios revolucionarios? o ¿muestra su verdad política?

Obviamente que, existe una incoherencia total entre el discurso político de la Revolución Ciudadana y su política represiva contra toda movilización social de izquierda. Resulta incongruente que, en muchos de los actos públicos que lleva acabo el gobierno, se haga referencia a la revolución, al Che Guevara, se canten canciones protestas, se recupere los procesos de liberación nacional en América Latina mientras se persigue, se encarcela y se enjuicia a dirigentes sociales y a activistas de izquierda por querer la revolución, por tener como símbolo de la lucha a Guevara, por escuchar música protesta, por leer textos de lucha política. Es incoherente que el gobierno recupere la imagen de Ernesto Guevara para sus arengas políticas y al mismo tiempo la use como prueba de actividades terroristas.

No puede estar más claro que el gobierno de la Revolución Ciudadana ha traicionado los principios de la revolución social con los cuales llegó al poder del Estado. De otra manera, no se entiende como puede poner en ejecución una legislación totalmente anti-revolucionaria, como puede enjuiciar por terrorismo a dirigentes sociales y a activistas de izquierda, cuando lo coherente sería que gobierne atendiendo las exigencias de la transformación social que ellos demandan y defienden.

Lo más importante es que con su incoherencia y su traición, el Gobierno muestra su verdad política. Nunca fue y obviamente no es un gobierno revolucionario. Entonces, cuando persigue, enjuicia y encarcela a dirigentes sociales y a activistas de izquierda lo hace porque es un Gobierno que, como las dictaduras militares y los gobiernos de derecha, trabaja para intereses contrarios a los intereses del pueblo. Usan el Estado como aparato para garantizar que el orden existente siga reproduciéndose sin interferencias, por eso aplican legislaciones que reprimen todo intento de cuestionar el sistema dominante y de luchar por un mundo diferente, un mundo más justo y más equitativo, un mundo donde sea posible recuperar la esperanza de la vida humana en el planeta.

Sería conveniente que los ex guerrilleros, que ahora son funcionarios del gobierno de la Revolución Ciudadana, mediten sobre los 10 activistas que hoy son enjuiciados por terrorismo, no les haría mal hacer memoria, quizá puedan darse cuenta de la incoherencia ética y política en la que están participando y a la cual defienden.
Tomado de:

sábado, 14 de julio de 2012

Paraguay y el golpe de estado parlamentario a ojos de lxs anarquistas

Desde la asunción del gobierno Lugo, en agosto 2008 ese proceso de cambio se ha traducido, entre otras cosas, en una calma en la conflictividad social, disminución de las movilizaciones sociales, aumento de las ganancias de los especuladores financieros e inmobiliarios y de las multinacionales de los agronegocios, y en una sostenida política de criminalización de los movimientos sociales en lucha, llegando al extremo de militarizar algunas zonas geográficas del país, con la excusa del surgimiento de una “guerrilla” que secuestró a un empresario ganadero.

Con todo, el gobierno de Lugo implicó un cambio en la dinámica política del país, y por vía del ejecutivo vino a fortalecer a un nuevo jugador en la escena política: el progresismo de izquierda. Este progresismo de izquierda logró incrementar sus vínculos con los sectores populares a través de la gestión de programas y proyectos sociales y culturales, lo que le dio una visibilidad preocupante para los dos partidos tradicionales (ambos de derecha: el liberal y el colorado), de cara a las próximas elecciones (2013). Preocupante sobre todo para el partido liberal en tanto una parte interesante de su dirigencia de base y media, establecía una alianza con la izquierda progresista.

La amenaza del uso del juicio político como instrumento para sacar a Lugo del ejercicio del poder ejecutivo se hizo una constante desde los primeros días de la presidencia Lugo, al mismo tiempo que el gobierno, para combatir esa amenaza intentó, en general, dos caminos: controlar la conflictividad social y expandir la alianza gobernante hacia la derecha, incorporando a sectores del partido colorado al gobierno, El control social se hizo a través de los mecanismos clásicos de uso por gobiernos progresistas: combinación de negociación y cooptación con represión intensiva. La presencia en cargos de gestión y decisión en el ejecutivo de militantes y dirigentes de izquierda, así como de dirigentes de ongs, permitió sostener al gobierno un intercambio fluido de opiniones con los movimientos y organizaciones sociales, hacerlas parte de la gestión de proyectos y dotarles de recursos para llevar a cabo iniciativas y propuestas en el ámbito social, al mismo tiempo que en ámbitos de salud y otras áreas sociales, se incorporó masivamente a dirigentes o agentes sociales, estrechando el vínculo con las organizaciones sociales de base. La represión asumió dos vías principales: una, indirecta, fue a través de los partidos políticos de izquierda o progresistas que llamaron sistemáticamente a sus bases y entorno a no criticar y no entorpecer con movilizaciones “el proceso” y la segunda vía, directa, fue criminalizar a los movimientos sociales que aparecieran más “radicales”, vinculándolos con el supuesto “terrorismo” que lleva el nombre de EPP, una suerte de guerrilla surgida en el norte del país, con orígenes y desarrollo no muy claros, pero muy bien usado para justificar una dura represión a los movimientos campesinos de la zona.

La combinación de ambos factores provocó un inmovilismo de los movimientos sociales que duró toda la era Lugo.

Por otra parte, la cultura prebendaria colorada como forma de hacer política no fue combatida con éxito por parte de la izquierda y el progresismo en el poder. Salvo excepciones, las prácticas prebendarias y corruptas del coloradismo, sobre las cuales se asentaban sus relaciones electorales, fueron reproducidas por la izquierda en el poder, siendo alguna de estas prácticas filtradas a la prensa de derecha quienes la usaron para tildar a la izquierda de corrupta, en el afán de lavar la cara a la derecha, hasta el momento la representante por antonomasia de la corrupción. Tal es así, que incluso la práctica del arreo (llevar masas de gente a manifestaciones y movilizaciones a cambio de algunas compensaciones monetarias o alimenticias) también fueron usadas por la izquierda.

Es en este escenario, que se da la matanza de Curuguaty (viernes 15 de junio 2012) en la cual 11 campesinos y 6 policías fueron muertos en una balacera iniciada por la policía. Las muertes policiales, de acuerdo a declaraciones de testigos campesinos, se debieron a “fuego amigo”, todas menos una. La matanza fue aprovechada por la prensa derechista (casi la única existente en el país) para culpar a los campesinos, calificándolos de asesinos, delincuentes y terroristas, esto sin haber llevado a cabo ninguna investigación, medianamente seria sobre los hechos.

La izquierda se sumió en el estupor, el gobierno sólo aceptó la versión policial (funcional a la estrategia mediática de la derecha de criminalizar a los campesinos en lucha por la tierra) y los movimientos campesinos tomaron la iniciativa para solidarizar y actuar en terreno para ayudar a los campesinos y campesinas sin tierra que estaban siendo perseguidos, reprimidos y encarcelados en la zona.

Desde ese momento, hubo una tensión en la izquierda entre sectores que querían movilizarse solidariamente con los campesinos muertos (incluidos los policías, hijos de campesinos) y también para frenar el ataque criminalizador de la prensa hacia los campesinos en lucha por la tierra. Ese inmovilismo, con origen en el cálculo político y en el (lógico) miedo que infundía la prensa, posibilitó que no hubiera una respuesta inmediata al cerco mediático contra el movimiento campesino, en específico al sector menos orgánico de los sintierras, la liga nacional de carperos.

En ese escenario, lxs anarquistas nos centramos en solidarizar efectivamente a través de la movilización social en respuesta al ataque de la prensa y la derecha y en romper con el miedo que imperaba en el ambiente. Algunos logros tuvimos en ese camino, pese a las presiones que cierta parte de la izquierda ejercía para que su militancia no saliera del papel de espectadores de los acontecimientos. Recién 4 días después de la matanza, un lunes, pudimos realizar el primer acto solidario en la ciudad de Asunción, con ánimo movilizador y unitario. Unitario porque correspondía, por vínculos y participación, a la izquierda marxista ser parte activa en la solidaridad, y movilizador porque sabíamos que el costo del inmovilismo sería siempre mayor para el pueblo, que el inmovilismo no nos daba ninguna seguridad ante una derecha prejuiciosa, condenatoria y represiva.

Luego vino el golpe parlamentario. Esta situación para lxs anarquistas fue muy compleja de plantear, en tanto no queríamos que se nos confundiera con un apoyo al gobierno de Lugo. Nuestro enfoque fue el mismo que para la Matanza de Curuguaty: solidaridad y movilización. Veíamos que la única forma de frenar el avance de la derecha (y la violencia sobre los sectores pobres y populares del país) era movilizándose y saliendo a las calles y como no hay mejor llamado que el ejemplo, estuvimos en la plaza del congreso desde el primer momento del juicio político a Lugo. Durante los dos días del juicio permanecimos en la plaza, tratando de ayudar a desplegar creatividad, medidas de acción y cuidado pensando en asumir la resistencia llegado el momento.

Incluso en ese momento crítico, buena parte de la izquierda no estuvo a la altura de las circunstancias, esparciendo rumores, intranquilizando a lxs manifestantes, intentando controlar lxs opiniones y dando discursos erráticos de como enfrentar la situación. Tal es así que llegado el momento del cierre del juicio, con la condena a Lugo, la policía atacó fuertemente a la gente movilizada. Tan mala fue la preparación y el cuidado para con el pueblo que la gente escapó de los gases lacrimógenos y balines de goma en estampida, poniendo en riesgo la vida propia y ajena. No se habían tomado medidas preventivas llegado el caso y la información que circulaba era dispersa y controlada, con lo cual se daba fuerza a los rumores. Apostando todos sus esfuerzos en sostener el mito Lugo, la dirigencia de izquierda presente en la plaza del congreso, ya entrada la noche del día del juicio político sembró la esperanza de que Lugo vendría a resistir ahí, junto al pueblo paraguayo. Pero Lugo abandonó el cargo de presidente por televisión y en la plaza la gente se enteró por la transmisión radial. La decepción hizo que tres plazas que había demorado un día y medio llenar, se vaciaran en menos de una hora.

La sensación de derrota en la izquierda era tal, que al día siguiente mucha gente que llegó de madrugada a la plaza, a resistir, se encontró con un panorama que les hizo llorar: el abandono absoluto.

El sábado, primer día entero del gobierno golpista se tradujo en una lucha autogestionada contra el cerco comunicacional. Emprendida por trabajadores de la comunicación, tanto de la tv como de la radio públicas, la resistencia se hizo realidad en la tv pública, ubicada en el centro de la ciudad de Asunción. Una veintena de personas dio comienzo a esa resistencia y la convocatoria a apoyar y hacerse parte de la lucha se efectuó a través de mensajes de texto y llamadas por celulares. En una hora ya se podían contar unas 300 personas, hasta el momento que inició el programa micrófono abierto, amenazado de censura desde la noche anterior. Ese primer instante de lucha, con el micrófono amplificando las palabras de resistencia de quien quisiera, fue francamente una obra perfecta de resistencia y autogestión. Fuimos modesta parte de eso y por ello nos sentimos orgullosos en la modestia. Posteriormente, vista la magnitud que fue tomando la resistencia en la tv pública, los partidos políticos intentaron encausar, controlar y dirigir esta movilización. Se desplegó un “grupo de seguridad” que actuó agresivamente como policía interna. Se intentó controlar también la expresión y el decir de la gente, prohibiéndose las asambleas en ese lugar (que había comenzado por ser una asamblea abierta y autoconvocada) y también los carteles o escritos que se saliesen de las consignas estipuladas como prudentes. Al mismo tiempo se dio fuerza a las consignas luguistas y a la misma figura de Lugo.

El esfuerzo de resistencia intentó ser dirigido por la izquierda, que amplió el frente guasu (amplio) hacia la derecha vinculando a disidentes de los golpistas partidos colorado y liberal, al mismo tiempo que intentaba darse una base social más amplia, convocando también a las organizaciones sociales a esta ampliación, llamada ahora Frente de Defensa de la Democracia. Desde la constitución de este frente, todo fue intento de centralizar y controlar la manifestación de la gente en lo que era la cuadra de la tv pública. Recién a mitad de la semana siguiente es que la lucha pudo desbordar esa cuadra, iniciándose movilizaciones en el campo y la ciudad. Movilizaciones intermitentes de convocatorias en general masivas.

Un aspecto interesante es que la resistencia propuesta por el FDD y el ex gobierno luguista se denomina “pacífica” o de desobediencia civil. En lo práctico esa resistencia se reduce a una movilización a medias donde en todo instante se intenta no molestar a nadie para no ser tachados de “violentos”, con lo cual las acciones (mejor dicho inacciones) del FDD y el ex gabinete de Lugo se han convertido en funcionales a la normalización y tranquilización que quiere imponer el gobierno golpista, en plena faceta de acordar leyes y decisiones económicas que favorezcan, aún más, a las transnacionales y el capitalismo especulativo. El discurso noviolento y de desobediencia civil aparece entonces vacío de contenido y equivocado en sus propósitos: no hace verdadera resistencia en tanto no asume la conflictividad social cargada en el golpe de estado parlamentario y no usa el conflicto para desnudar el fondo represor y contra el pueblo del gobierno golpista. Prima hoy por hoy el calculo electoral.

Nos planteamos la resistencia como la respuesta adecuada al momento, en tanto esta permite autogestionar las luchas, autonomizar la respuesta al conflicto, asamblearizar el análisis y la toma de decisiones respecto a la resistencia y, por esa vía, romper la impronta cultural política del coloradismo, es decir romper con las prácticas políticas del clientelismo, dependencia y venta de cargos. Una resistencia en serio permitirá hacer cambios de fondo en la cultura política y social paraguaya, quebrando así con costumbres funcionales a la dominación oligárquica que hoy por hoy nos afectan.

Quienes asumen la resistencia en serio se ven dificultados por el sector timorato y centrado en el cálculo electoral de la izquierda, que verbalmente asume la resistencia, pero en la práctica inmoviliza o moviliza sólo en función de levantar figuras y candidaturas a escondidas, aún a costa del descrédito en que están cayendo.

Grupo de Afinidad "La Calle"


Asunción, 03/07/2012

domingo, 29 de abril de 2012

1 ro de mayo anarquista

Los Mártires de Chicago

"La ley está en juicio. La anarquía está en juicio. El gran jurado ha escogido y acusado a estos hombres porque fueron los líderes. No son más culpables que los miles que los siguieron. Señores del jurado, condenen a estos hombres, denles un castigo ejemplar, ahórquenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad."

Corría el año de 1877 y las huelgas de los ferroviarios, las reuniones y las grandes movilizaciones en Estados Unidos eran reprimidas a balazos, golpes y prisión. Estas mismas tácticas represivas y la necesidad imperiosa por la defensa y la asociación para buscar mejoras en las condiciones de trabajo que en ese tiempo eran de semiesclavitud dieron pie a la gestación de un movimiento de resistencia y lucha de trabajadores que algunos años mas tarde daría sus frutos.

En 1880 quedó conformada la federación de organizaciones de sindicatos y trade unions (Federation of Organized Trades and Labor Unions), y en 1884 se aprobó una resolución para establecer a partir del primero de mayo de 1886, mediante la Huelga General en todo EEUU, las ocho horas de trabajo. Esto despertó un interés y un apoyo generalizado, ya que por aquella época el horario de trabajo obligatorio era de 10, 12 o 14 horas diarias normalmente. De estas jornadas tampoco estaban excluidos l@s miles de niñ@s, ni por supuesto las mujeres a quienes se les pagaban salarios inferiores, sin mencionar que de por sí los salarios eran muy bajos y las condiciones de trabajo insalubres. La efervescencia fué tal en todo EEUU que los sindicatos y las trades unions aumentaban geométricamente. Por ejemplo, el número de miembros de los Caballeros del Trabajo subió de 100.000 en el verano de 1885 a 700.000 al año siguiente.

En 1885 volaba de mano en mano entre los trabajadores de EEUU una octavilla que decía:

"¡Un día de rebelión, no de descanso! (...) Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día en que comenzar a disfrutar ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana". La víspera del Primero de Mayo, el periódico anarquista Arbeiter Zeitung, dirigido por August Spies, publicó los siguientes comentarios que muestran el tono de confrontación que imperaba: "¡Adelante con valor! El Conflicto ha comenzado. Un ejército de trabajadores asalariados está desocupado. El capitalismo esconde sus garras de tigre detrás de las murallas del orden. Obreros, que vuestra consigna sea: ¡No al compromiso! ¡Cobardes a la retaguardia! ¡Hombres al frente!"

El 1º de Mayo de 1886 la paralización de los centros de trabajo se generalizó. La huelga paralizó cerca de 12.000 fábricas a través de los EEUU. En Detroit, 11.000 trabajadores marcharon en un desfile de ocho horas. En Nueva York, una marcha con antorchas de 25.000 obreros pasó como torrente de Broadway a Union Square; 40.000 hicieron huelga. En Cincinnati un batallón obrero con 400 rifles Springfield encabezó el desfile. En Louisville, Kentucky, más de 6000 trabajadores, negros y blancos, marcharon por el Parque Nacional violando deliberadamente el edicto que prohibía la entrada de gente de color. En Chicago que era el baluarte de la huelga, paró casi completamente la ciudad. 30.000 obreros hicieron huelga, aunque empresas como en la fábrica de materiales de Mc Cormick y alguna otra se dieron a la tarea de contratar esquiroles. El día 2 se realizó un mitin de los obreros despedidos de Mc Cormick para protestar por los 1.200 despidos y los brutales atropellos policiales. Mientras Spies dirigía su discurso a un grupo de 6000 a 7000 trabajadores, unos cuantos centenares fueron a recriminar su actitud a los esquiroles que en ese momento salían de la planta. Rápidamente llegó la policía, cuya acción dejó seis muertos y gran cantidad de heridos. La indignación ganó los corazones de los trabajadores movilizados. Spies corrió a las oficinas del Arbeiter Zeitung y publicó allí un manifiesto que fué distribuido en todas las reuniones obreras: "(...) Si se fusila a los trabajadores responderemos de tal manera que nuestros amos lo recuerdarán por mucho tiempo (...)".


Disturbios obreros de Mc Cormick
Disturbios durante la concentración frente a Mc Cormick

El 3 de mayo, el crecimiento de la huelga era "alarmante". En el movimiento participaban más de 340.000 trabajadores por todo el país, 190.000 de ellos en huelga. Solo en Chicago, 80.000 hacían huelga. En este momento candente, el Arbeiter Zeitung hizo un llamamiento a la lucha armada, como siempre lo había hecho, salvo que ahora tenía un claro tono de urgencia:

"La sangre se ha vertido. Ocurrió lo que tenía que ocurrir. La milicia no ha estado entrenándose en vano. A lo largo de la historia el origen de la propiedad privada ha sido la violencia. La guerra de clases ha llegado.... En la pobre choza, mujeres y niños cubiertos de retazos lloran por marido y padre. En el palacio hacen brindis, con copas llenas de vino costoso, por la felicidad de los bandidos sangrientos del orden público. Séquense las lágrimas, pobres y condenados: anímense esclavos y tumben el sistema de latrocinio."

En las salas de reunión de los proletarios rugían intensos debates; "el tigre capitalista" efectivamente había atacado y miles debatían cómo responder. Importantes facciones querían una insurrección. Se convocó una reunión popular en la plaza Haymarket para la noche del 4 de mayo. Preocupados por la posibilidad de una emboscada, los organizadores escogieron un lugar abierto y grande con muchas rutas de escape. Después de una reñida disputa retiran su llamamiento a un mitin armado y en su lugar convocan un mitin con el mayor número de asistentes posible. El 4 de mayo, todo Chicago está en huelga.


Cartel del mitin en Haymarket.
Grandes oradores harán presencia para denunciar las últimas atrocidades cometidas
por la policia, los disparos a nuestros compañeros de clase ayer por la tarde.
¡Trabajadores armaros y haced fuerte presencia!

Por la mañana la policía atacó una columna de 3000 huelguistas. Por toda la ciudad se formaron grupos de trabajadores. Al atardecer, Haymarket era una de las muchas reuniones de protesta, con 3000 participantes. Los discursos siguieron, uno tras otro, desde la parte de atrás de un vagón. Al comenzar a llover, la reunión se disolvió.


Fotos e imagenes de Haymarket.
Imagen de Haymarket momentos antes de la explosión


De repente, cuando solamente quedaban 200 asistentes, un destacamento de 180 policías fuertemente armados se presentó y un oficial ordenó dispersarse, a pesar de tratarse de un mitin legal y pacífico. Cuando el capitán de policía se volvió para dar las órdenes a sus hombres, una bomba estalló en sus filas. La policía transformó a Haymarket en una zona de fuego indiscriminado, descargando salva tras salva contra la multitud, matando a varios e hiriendo a 200. En el barrio reinaba el terror; las farmacias estaban apiñadas de heridos. Siete agentes murieron, la mayoría a causa de balas de armas de la policía.


Estallido de la bomba en Haymarket.
Tras el estallido la policia cargó contra los manifestantes

La clase dominante usó este incidente como pretexto para desatar su planeada ofensiva en las calles, en los tribunales y en la prensa. Comenzó una caza de brujas en contra, principalmente, de los anarquistas. Se clausuraron los periódicos, se allanaron las casas y locales obreros y los mítines fueron prohibidos a lo largo y ancho de todo el pais. Los medios de comunicación se abalanzaron contra todo lo que tuviera signo de revolucionario o subversivo y a los mil vientos lanzaban proclamas a la horca y al patíbulo.

El 5 de mayo en Milwaukee, la milicia del Estado respondió con una masacre sangrienta en un mitin de trabajadores; acribillaron a ocho trabajadores polacos y un alemán por violar la ley marcial. En Chicago, se llenaron las cárceles de miles de revolucionarios y huelguistas. Arrestaron a todo el equipo de imprenta del Arbeiter Zeitung y la policía detuvo a 8 anarquistas: George Engel, Samuel Fielden, Adolf Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebe y August Spies. Todos eran miembros de la IWPA (Asociación Internacional del Pueblo Trabajador), asociación de corte -de lo que años después se denominaría como- anarcosindicalista.


Los Mártires de Chicago - (De izquierda a derecha) George Engel,   Samuel Fielden, Adolph Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert   Parsons, Oscar Neebey August Spies.

El juicio fue totalmente manipulado, en todos los sentidos, siendo mas bien un linchamiento. Se les acusaba de complicidad de asesinato aunque nunca se les pudo probar ninguna participación o relación con el incidente de la bomba ya que la mayoría no estuvo presente y uno de los dos que estuvieron presentes era el orador en el momento que la bomba fue lanzada.

No se siguió el procedimiento normal para la elección del jurado, que acabó siendo formado por hombres de negocios y un pariente de uno de los policías muertos, y en su lugar se nombró un alguacil especial quien se jactó: "estoy manejando este proceso y sé qué debo hacer. Estos tipos van a colgar de una horca con plena seguridad". Tuvieron lugar una infinidad de manipulaciones, amenazas y sobornos para que se dieran testimonios ridículos sobre conspiraciones. El asunto era simple y estaba todo muy claro; el mismo fiscal Grinnel lo dijo: "La ley está en juicio. La anarquía está en juicio. El gran jurado ha escogido y acusado a estos hombres porque fueron los líderes. No son más culpables que los miles que los siguieron. Señores del jurado, condenen a estos hombres, denles un castigo ejemplar, ahórquenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad". Todos fueron encontrados culpables y sentenciados a muerte, a excepción de Oscar Neebe, condenado a 15 años de prisión.


Fotos del juicio a los mártires de Chicago.
Sala del juicio durante la declaración de Parsons

La cuestión de quién arrojó la bomba se ha debatido pero jamás se ha resuelto. Parece que fue un tal Rudolf Schnaubelt y que la fabricó Louis Lingg (quien ciertamente defendía a gritos el uso de la dinamita). Una importante pregunta es quien era realmente Schnaubelt, pero no se ha encontrado respuesta.

A los condenados los llamaron a hablar antes de sentenciarlos. No mostraron ni arrepentimiento ni remordimiento, era la sociedad la que estaba en juicio, no ellos:

August Spies, nacido en Alemania en 1855, era un orador ardiente:

"Hemos explicado al pueblo sus condiciones y relaciones sociales. Hemos dicho que el sistema del salario, como forma específica del desenvolvimiento social, habría de dejar paso, por necesidad lógica, a formas más elevadas de civilización. Al dirigirme a este tribunal lo hago como representante de una clase enfrente de los de otra clase enemiga. Podéis sentenciarme, pero al menos que se sepa que en Illinois ocho hombres fueron sentenciados a muerte por creer en un bienestar futuro, por no perder la fe en el último triunfo de la Libertad y la Justicia». Y concluyó con estas palabras: «¡Mi defensa es vuestra acusación! Las causas de mis supuestos crímenes: ¡vuestra historia! (...) Ya he expuesto mis ideas. Constituyen parte de mi mismo y si pensáis que habréis de aniquilar estas ideas, que día a día ganan más y más terreno, (...) si una vez más ustedes imponen la pena de muerte por atreverse a decir la verdad y los reto a mostrarnos cuándo hemos mentido digo, si la muerte es la pena por declarar la verdad, pues pagaré con orgullo y desafío el alto precio! ¡Llamen al verdugo!"

Alberto Parsons, nacido en EEUU en 1848:

"Yo como trabajador he expuesto lo que creía justos clamores de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y de los frutos del trabajo. Yo creo que los representantes de los millonarios de Chicago organizados os reclama nuestra inmediata extinción por medio de una muerte ignominiosa. ¿Y qué justicia es la vuestra? Este proceso se ha iniciado y se ha seguido contra nosotros, inspirado por los capitalistas, por los que creen que el pueblo no tiene más que un derecho y un deber, el de la obediencia. El capital es el sobrante acumulado del trabajo, es el producto del trabajo. La función del capital se reduce actualmente a apropiarse y confiscar para su uso exclusivo y su beneficio el sobrante del trabajo de los que crean toda la riqueza. El sistema capitalista está amparado por la ley, y de hecho la ley y el capital son una misma cosa. ¿Creéis que la guerra social se acabará estrangulándonos bárbaramente? ¡Ah no! Sobre vuestro veredicto quedará el del pueblo americano y el del mundo entero. Quedará el veredicto popular para decir que la guerra social no ha terminado por tan poca cosa."

Jorge Engel, nacido en Alemania en 1836:

"¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que tuve que abandonar Alemania, por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora. Sólo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores, de acuerdo con lo que la historia enseña. ¿En que consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizados en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la libertad, el bienestar. Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da privilegio. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quienes son sus enemigos y sus amigos."

Adolfo Fischer, nacido en Alemania en 1857:

"En todas las épocas, cuando la situación del pueblo ha llegado a un punto tal que una gran parte se queja de las injusticias existentes, la clase poseedora responde que las censuras son infundadas, y atribuye el descontento a la influencia de ambiciosos agitadores. La historia se repite. En todo tiempo los poderosos han creído que las ideas de pro se abandonarían con la supresión de algunos agitadores; hoy la burguesía cree detener el movimiento de las reivindicaciones proletarias por el sacrificio de algunos de sus defensores. Pero aunque los obstáculos que se opongan al progreso parezcan insuperables, siempre han sido vencidos, y esta vez no constituirán una excepción a la regla. Este veredicto es un golpe de muerte a la libertad de prensa, a la libertad de pensamiento, a la libertad de la palabra en este país. El pueblo tomará nota de ello. Si yo he de ser ahorcado por profesar las ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo nada que objetar. Si la muerte es la pena correlativa a nuestra ardiente pasión por la libertad de la especie humana, entonces, yo les digo muy alto, disponed de mi vida."

Luis Lingg, nacido en Alemania en 1864:

"Para nosotros la tendencia del progreso es la del anarquismo, esto es la sociedad libre sin clases ni gobernantes, una sociedad de soberanos, en la que la libertad y la igualdad económica de todos producirían un equilibrio estable con bases y condición del orden natural». (...) «Me concedéis, después de condenarme a muerte, la libertad de pronunciar mi último discurso. Me acusáis de despreciar la ley y el orden. ¿Y qué significan la ley y el orden? Yo repito que soy enemigo del orden actual y repito también que lo combatiré con todas mis fuerzas mientras tenga aliento para respirar... Os desprecio; desprecio vuestro orden, vuestras leyes, vuestra fuerza, vuestra autoridad. ¡AHORCADME!"

Surgió un gran movimiento en su defensa y se celebraron mítines por todo el mundo: Holanda, Francia, Rusia, Italia, España y por todo Estados Unidos. En Alemania, la reacción de los trabajadores sobre Haymarket perturbó tanto a Bismarck que prohibió toda reunión pública. Al aproximarse el día de la ejecución, cambiaron la sentencia de Samuel Fielden y Michael Schwab a cadena perpetua. Louis Lingg apareció muerto en su celda: un fulminante de dinamita le voló la tapa de los sesos. Sin más opciones, este fue su acto final de protesta.

Al mediodía del 11 de noviembre de 1887 sus carceleros los vinieron a buscar para llevarlos a la horca. Los cuatro (Spies, Engel, Parsons y Fischer) compañeros de lucha y de sueños emprendieron el camino entonando La Marsellesa Anarquista en aquel día que después fue sería conocido como el viernes negro.


Foto mártires anarquistas chicago.


«Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable». (Relato de la ejecución por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires)

Mucho antes, a finales de mayo de 1886, varios sectores patronales ya habían accedido a otorgar la jornada de ocho horas a varios centenares de miles de obreros.

Más de medio millón de personas asistieron al cortejo fúnebre. Años después, en 1893, Fielden, Schwab y Neebe fueron perdonados y puestos en libertad. Cada 1 de mayo, en muchos paises del mundo, los anarquistas de Chicago son recordados como símbolo de dignidad de la clase trabajadora, menos en Estados Unidos. En 1938 se impuso la jornada laboral de 8 horas en todo el pais.

Irónicamente, pasado más de un siglo, en los mismos Estados Unidos y en Europa, cuna del movimiento obrero revolucionario, estas conquistas obreras están siendo revertidas por gobiernos y multinacionales sin apenas disparar un solo tiro, y sin tener que llevar a nadie a la horca. Ahora todo es más sutil, los sindicatos subvencionados están a disposición del mejor postor, traicionando los mandatos y olvidando las luchas y el sacrificio personal de miles de trabajadores y trabajadoras y de quienes, desde el aciago 1886, se les conoce como "los mártires de Chicago".

Los Mártires de Chicago. The Anarchists of Chicago.
"Es ya de toda evidencia que el sindicalismo no logra sus fines por la cuota en metálico, aunque la utilice para la vida ordinaria, sino por la cuota en especie, formada por el pensamiento, por la voluntad, por la energía, por la esperanza, cuota que han de pagar con su asistencia, su acción y su responsabilidad todos los trabajadores para alcanzar los bienes individuales y colectivos correspondientes al hombre y a la humanidad, es decir, para realizar la emancipación."
A. Lorenzo}
Tomado de:
http://madrid.cnt.es/1-de-mayo/historia/

Salud Compañerxs



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